Regata Naón
Un poco de historia del RCA.
Hace exactamente 25 años (junio de 1984) se corrió por última vez una regata que marcó durante 55 años consecutivos uno de los eventos deportivo-sociales mas importantes en la historia de nuestro club.
El primer domingo del mes de junio de 1930 a las 8 de la mañana se largó la Primera Regata de Larga Distancia organizada por un club de remo. Se corría en Doble Par Fijo con Timonel, los tradicionales “B” de nuestro club y eran integrados por cuatro remeros, dos remaban y dos timoneaban, efectuando cambios permanentemente, como en las actuales regatas de travesía. La expectativa por saber si ese tremendo esfuerzo no sería peligroso para los atletas acostumbrados a regatas de 2000 metros, era muy grande; es así que toda la prensa deportiva le prestó una gran atención; semanas antes los titulares de “La Nación” “Critica” etc. opinaban al respecto.
Lo cierto es que se desarrolló normalmente, siendo los ganadores de esa primera regata: Donald A. Fraser; Enrique Elliot; Waldemir Kallevig y Juan W. Behrensen.
Elliot y Behrensen eran Campeones Argentinos en Doble Par (año 1925 y 26) siendo Behrensen además múltiple Campeón Argentino en Single durante más de cinco años y el máximo remero de esa década del remo argentino.
Se seguía la prueba con lanchas particulares o a remo, pero con el tiempo el club comenzó a alquilar una lancha colectiva para llevar a la gran cantidad de socios que deseaban acompañar a los remeros en todo el recorrido. Luego todos, participantes y socios almorzaban en el recreo, para más tarde regresar, arrastrando la lancha a los botes, atados éstos unos a otros, siendo timoneada la última embarcación por el más joven de los participantes (como para que se fuera forjando).
Todo surgió de una broma entre remeros mientras paseaban por el Abra Nueva (hoy Río Sarmiento) en un frío junio de 1929; un desafío de un bote a otro para el domingo siguiente, saliendo desde la rampa del club por el Río Luján hasta el Canal Arias llegando al Paraná de las Palmas y por este hasta el recreo Naón.A los desafiados se les dio 15 metros de ventaja. Lo cierto es que estos ganaron la regata y posteriormente propusieron a la Comisión Directiva su realización en forma oficial, todos los años, lo que fue aceptado.
Tantos años de competencia originaron numerosas anécdotas, la mayoría muy cómicas, como cuando en una edición habiéndose entregado los premios y ya dispuestos a almorzar las casi 100 personas entre remeros y socios, comenzaron a preocuparse por la ausencia de un bote que aun no había arribado. Varios socios salieron a hacer el recorrido de la regata en la lancha de control para tratar de ubicarlos. Al rato de desandar el camino divisan un bote que muy lentamente remado iba por el Canal Arias; al acercarse son recibidos con cantos y expresiones de júbilo y con unas petacas de whisky semivacías que denunciaban la curda de sus ocupantes. En otra oportunidad sucede algo similar, pero ven el bote amarrado a un muelle y a los remeros que presurosos llegaban a él con los buzos cargados de mandarinas, las que habían “sustraído” en alguna quinta.
La “Naón” dejó de organizarse en 1984 y como todo lo que va quedando atrás cae en el olvido, pues poco a poco van desapareciendo sus actores y con ellos sus vivencias.
Este recuerdo es una forma de que no muera del todo.
Ricardo Burgio