Tuvo el Rowing Club Argentino campeones de remo que se destacaron por su calidad y notables condiciones, pero hubo uno que superó ampliamente el nivel de los mejores. Fue en su época, indiscutiblemente el mejor.

Esta es su historia, sorprendente y aleccionadora.

Un pequeño cajón de cartón corrugado estaba allí, esperando que alguien en algún tiempo, en alguna oportunidad lo abriera y comenzara a curiosear sobre su contenido.

Ese tiempo y esa oportunidad llegaron con el invierno, y junto con el frío y la humedad comenzaron a aparecer, también fríos y húmedos, recortes de diarios y revistas, amarillentos por el paso del tiempo y también algunas fotos, arrugadas, con los bordes corroídos por algún bichito, ignorante de lo que allí había.

Fue apareciendo de a poco una historia sorprendente; la historia de un deportista jalonada de éxitos casi imposibles, de éxitos olvidados o ignorados, excepto por un par de cuadros que cuelgan desde hace muchos años en las paredes del Rowing Club Argentino.

Unos pequeños cartoncitos confeccionados por el Departamento de Control Médico del Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA) de los años 20, delatan sus características físicas: altura1,65 m., peso 62 kilos.

En uno de los tantos recortes, desdoblados cuidadosamente para no deteriorarlos, aparece su foto integrando el equipo de Waterpolo, Campeón Argentino del club GEBA.; en otros, ganando en natación la prueba de los1.500 metros, o batiendo el récord argentino de los100 metroslibres y los100 metrosespalda, demostrando una versatilidad fuera de lo común.

Figura su nombre en los Programas de los Campeonatos Universitarios de Natación, representando ala Facultadde Medicina, llevando a ésta a los primeros puestos, varios años seguidos. Gana en todas las pruebas en que se presenta.

En una hoja suelta perteneciente a una revista de la época, se lee en el epígrafe de una foto:  El team de nadadores que nos representará en la posta 4  x  200 a disputarse en las Olimpíadas de París (1924) : Alberto Zorrilla (Luego Campeón Olímpico en los JJ.OO. de 1928) Jorge Moreau, Tomás Jones y Juan W. Behrensen. Y de este último se trata la historia.

Una historia fuera de lo común, según iremos viendo.

Socio del Rowing Club Argentino colaboraba en los entrenamientos del equipo de remo, timoneando sus tripulaciones. En una foto dela Revista Neptunia(antigua revista de yachting y remo) vemos un Cuatro con timonel, integrado por Nawratil, Villa, Smith, Glaesel y Behrensen de timonel. Ahí aparece con su físico delgado y casi una cabeza por debajo de los demás.

En1924, asu regreso de las Olimpíadas de París, donde se codeó con los grandes nadadores de la época, entre ellos J. Weissmuller el que fuera mas tarde el famoso Tarzán de películas que recorrieron el mundo, solicita permiso para entrenar en single. Ahí fue descubriendo los secretos del remo; en poco tiempo asimila la técnica que a muchos les lleva años.

Transcurridos pocos meses, se anota para correr una regata interna del club. En esa época se desarrollaban sobre el río Luján y congregaban a una gran cantidad de aficionados. Debería competir contra remeros avezados. Ante la sorpresa general les gana a todos, en una tarde memorable. Estaba el RCA ante el nacimiento de un estupendo sculler que durante varios años sería el principal animador de esa categoría a nivel nacional e internacional.

Yendo hacía atrás y a medida que sacamos papeles del cajoncito (en forma desorganizada) vemos un programa de tapas duras, muy bien conservado que reza: “Festival de Natación. Domingo 13 de Diciembre de 1922 del Córdoba  Swimming  Club.” En su interior y en lo que sería la 4ta. Prueba, dice textualmente: “Exhibición en varios estilos por el Campeón Latino-Americano, Sr. Juan W. Behrensen.”

Una nota dela Revista ElGráfico con una gran foto de Pantallita (el seudónimo que tenía de chico) enla SecciónFiguras Inolvidables del año 1946, nos relata en uno de sus párrafos:

“Era por el ya brumoso 1922 que veíamos a Juancito Behrensen batir récords nadando en estilo libre y espalda. Todo lo hizo bien: nadar, waterpolo y mas tarde remo. Si se nos permite, hemos de decir que superó las apariencias. Porque Juancito no impresionaba por su físico y hasta solíamos preguntarnos de donde emergían sus fuerzas de las que conservaba siempre una porción cuando se le suponía al borde del desfallecimiento. Buscó en la habilidad, en la ciencia deportiva, obtener el mayor rendimiento con el mínimo desgaste. Administró sus fuerzas con equilibrado sentido y extremado celo. En remo, en donde tal virtud habría de ponerse más a prueba, lograba en el pique de su single, hasta dos botes de ventaja y luego lo veíamos ir por toda la cancha del Río Luján entregando centímetro a centímetro de la ventaja inicial, soportando el ataque de los adversarios, estirándose como una goma a lo largo de los dos mil metros de la prueba senior, pero conservando siempre el margen que acordaba el triunfo. Formó con Enrique Elliot un magnífico Doble Par que aumentó el número de victorias a favor de los colores del Rowing Club Argentino, que tan bien representó.”

Continuando con su actuación en el RCA y después de leer abundantemente en las docenas de recortes de diarios y revistas, que ya a esta altura están esparcidos por doquier, apoyados en el escritorio, en las sillas y en el piso, es posible hacer un resumen de su historia como remero.

Luego de la memorable tarde en que frente a la sorpresa general les gana a todos sus oponentes, en una interna del RCA, comienza a entrenar con método y disciplina; sus grandes méritos.

El 22 de noviembre de 1925 gana en la pista de Río Santiago el single, enhebrando a partir de allí una seguidilla de triunfos, en single y en Dobles con Enrique Elliot que lo llevarían a consagrarse Campeón Argentino en varias oportunidades.

Las épicas trenzadas que tuvo con otro extraordinario singlista, Antonio Giorgio (finalista del single en las Olimpíadas de Berlín en 1936) congregaban a miles de aficionados en la costa, los que se dividían en el aliento a uno u otro. Además Giorgio armó un buen Doble Par para competirle a la dupla del Argentino, Behrensen-Elliot.

 

Behrensen tuvo además a rivales de gran jerarquía en su carrera como remero, por citar algunos, además de Antonio Giorgio, Héctor Scandone, Raúl Chevez, Juan Campos (este último del Nacional de Regatas de Uruguay).

Logró varias victorias en el vecino país, en single y Doble Par Senior.

Precisamente, en recortes de diarios de Montevideo comentan su visita para competir representando al Rowing Club Argentino, indicando su historia, sus victorias, su estilo depurado, sus preparativos para la regata y luego los comentarios de sus triunfos en el vecino país.

Llama la atención al cotejar fechas que conducen a establecer que nadó y remó en un período al mismo tiempo. Por ejemplo, en un recorte del diario La Nación de febrero de 1925, cuyo título es: “Terminaron los Campeonatos Nacionales de Natación disputados en Palermo y en el subtítulo En tres pruebas del programa se establecieron récords Alberto Zorrilla en400 metroslibres; G. Bublath en200 metrospecho y Juan Behrensen en1500 metroslibres.”

¡En esos meses Pantallita estaba corriendo el single!

Un editorial del diario La Nación dela Sección Deportes, comenta que la afición, no solo del remo sino del deporte en general habían bautizado a Juan Behrensen como Campeón Behrensen y durante mucho tiempo al referirse a él lo hacían de esa manera, tal el grado de admiración que había concitado en esos años.

Es en el año de 1927 que la Comisión de la Regata Internacional del Tigre (C.R.I.T.) decide fijar la raya de las Regatas Internacionales frente a la rambla del Rowing Club Argentino, a lo que el club accede, poniendo galantemente a la disposición de dicha Comisión, el edificio social y la rambla para su mayor comodidad es por ello que tanto Behrensen en single como con Elliot en el Doble Par, tienen recibimientos apoteóticos en sus regatas, ya que finalizaron varias de ellas con el río en creciente frente a su club.

Su último triunfo en el single senior fue en Noviembre de 1928 y junto a Elliot en el Doble Par en Marzo de 1929 sobre el Río Luján en Tigre. Fueron casi cinco años de triunfos en los que el RCA figuró permanentemente en las páginas de los diarios, gracias a su figura.

Enrique Elliot, formó más tarde y antes de retirarse otro Doble Par Senior con Waldemar Kallevig, siendo luego Capitán de Remo, Vice-Presidente y Presidente del RCA durante nada menos que 34 años consecutivos (1951-1984).

Muchos años después, el 6 de Noviembre de 1976, se reunieron nuevamente en un homenaje que le hizo el RCA a Juancito Behrensen, siendo Presidente del club Enrique Elliot.

Ya poco queda en el cajoncito, solamente un cartón blanco de fondo, está atascado,  tiro con fuerza y consigo arrancarlo. Al desdoblarlo, encuentro con asombro, admiración y un poco de incredulidad, la siguiente leyenda: “La Asociación Deportiva del Comercio yla Industriaha otorgado el Primer Premio al Señor Don Juan W. Behrensen en el Concurso Hípico Abierto efectuado el día 28 de abril de 1935, donde participó con su caballo Dick”, luego detalla la cantidad de obstáculos y alturas que tuvo que sortear y al pié las firmas de las autoridades de la prueba.

Evidentemente, Behrensen se entrenaba no solo para competir sino para ganar.

Mucho material queda en el camino; reportajes, elogios de diarios y revistas de la época a su depurada técnica como remero, a su contracción al entrenamiento y a su talento innato para los deportes; todo ese material llevaría horas de trabajo y sería suficiente como para hacer un libro con su biografía.

Uno de los cartoncitos citados al principio dice: “Juan Walter Behrensen, altura1,65 m. Peso62 Kg.” Y más abajo una leyenda del médico de turno “Deberá fortalecer sus músculos para la práctica del deporte.”

 

Ricardo Burgio